Editorial | No, no me gusto el Live Action de One Piece


UNA OPINIÓN CONTROVERSIAL

Primero que nada, considero importante recordar que los presentes textos más que una crítica especializada de la técnica o calidad de una obra son un compendio de reflexiones personales con base en las emociones que experimente al contemplarla. Lo cual no demerita a la obra en sí, ni invalida la opinión que otros puedan tener respecto a la misma, en especial de aquellos con mayor comprensión del campo de estudio. 

Aclarada la situación, debo ser sincero: No me gusto la versión Live Action de One Piece. Además, me veo en la necesidad de reconocer que no he visto ni el anime ni el manga homónimos, ni siquiera el arco que nos ocupa para esta adaptación (East Blue). En cierta manera, me alegra que haya sido así porque me permite dar entrada a esta obra no como un otaku si no como un espectador casual.


CRINGE AL POR MAYOR 

Aunque me queda claro que los fans de la franquicia consideran esta entrega como una gran adaptación del material original (Y yo no tengo bases para creer lo contrario) a mi tan solo consiguió generarme una interminable cantidad de cringe. Al punto en que concluirla me fue en extremo complicado (Postergué el episodio final por más de dos meses y solo lo vi para escribir este texto con un mínimo de objetividad) 

En cierto momento inclusive considere omitir esta reseña. No obstante; decidí terminarla porque sin importar lo mal o poco informado que este sobre el tema el puesto a peor reseña en español del Live Action de One Piece ya está tomado. Sencillamente yo no podría hacerlo peor, aunque me empeñara en ello. (Reseña que no voy a publicitar aquí, pero de la cual seguro todos ya han escuchado) 



CABELLOS DE COLORINES Y OTRAS EXCENTRICIDADES

Entiendo que muchos de los elementos icónicos de One Piece como el vestuario o el cabello de colorines no podían eliminarse y como fanático del anime reconozco la importancia de dicha iconografía. Sin embargo, chocan terriblemente con la ambientación realista que la serie intenta presentar de base. 

Si a mí que conozco, al menos diametralmente, el mundo y personajes de One Piece me chirria ver esta combinación; imagina ser una persona que no sabe nada de la franquicia, empezar a ver lo que parece ser una serie sobre piratas y antes de darte cuenta toparte con personaje con cabellos de colorines, trajes de marinerito, sombreros de peluche ridículos o literalmente una tripulación de payasos. El sacón de onda debe ser tremendo. 

Si bien los fanáticos de One Piece deben encontrar dichos elementos como algo normal, esta serie no consigue implementarlos de una forma natural y fracasa en activar mi suspensión de la realidad. En el mejor de los casos lo único que alcancé a vislumbrar en pantalla era un elaborado performance de la Comic-Con y en el peor solo podía pensar en este meme:



UNA SOLA HISTORIA QUE CONSIGUE ENGANCHAR 

Solo hubo un momento puntual en el que verdaderamente me interese por lo que veía en pantalla y fue durante la historia de origen de Sanji, escena que es lo más cercano en toda la serie a emular el estilo de una obra tradicional de piratería. De hecho, considero a este personaje lo mas interesante que nos entregó el Live Action. He escuchado críticas al acento canario que el actor Taz Skylar pone al personaje (tanto en inglés como español) pero a mi me gusta. Eso sí, resulta extraño dentro de la ficción que el personaje tenga este acento de adulto, pero no de niño.

Mucho se ha hablado del cast principal de esta serie y es que Netflix ha hecho un buen trabajo vendiendo a los actores que interpretan a los sombreros de paja (a sabiendas de que no tenían mucho más que vender) Pero exceptuando al antes mencionado Skylar, yo nunca pude convencerme del papel que interpretan. 


UN PIRATA ESCRITO POR CHESPIRITO

Especialmente destacable es el caso de Iñaki Godoy como Luffy. No tengo dudas de que Iñaky es una persona llena de entusiasmo, sumamente agradable y un rollito de canela tan puro que este mundo no lo merece; pero su actuación, no, no me encanta. No sé, alguien versado en One Piece que me explique: ¿Se supone que Luffy deba sonar como si Eugenio Derbez interpretara a un pirata escrito por Chespirito? porque si es así la adaptación ha sido magistral. Esa combinación de un timbre de voz agudo con un personaje de mentalidad tan infantil borra toda posibilidad de tomarse en serio los conflictos presentes en esta serie.  

Nuestro querido Iñaki inclusive se dio el lujo de acuñar en cierto momento la emblemática frase del Chapulín Colorado: “Síganme los buenos” (Al menos en el doblaje latino, en el que al igual que Skylar se interpreta a si mismo) Y las escenas dramáticas, bueno, básicamente es lo mismo que el antes citado Derbez en “No se aceptan devoluciones”. En ambos casos lo único que veo es a un comediante aguantándose la risa para intentar sonar dramático.



NETFLIX Y LA MALDICIÓN DEL ANIME 

¿Es esta verdaderamente la mejor adaptación de un anime a Live Action? ¿Tan baja esta la vara de calidad? Si viene algunos detalles y personajes captaron mi atención en ningún momento pude interesarme por la historia general de la obra. Más sabiendo que, tras 25 años de publicación del manga, aún no sabemos que carajos es el One Piece ni cuando Luffy va a encontrarlo. 

Me resulta increíble el buen recibimiento que ha tenido este Live Action, especialmente cuando a nivel de dirección posee las mismas falencias que la adaptación de Cowboy Bebop. Inclusive llegué a pensar que se trataba de una obra del mismo director, puesto que ambas series presentan los mismos vicios: transiciones ridículas, difuminado absurdo de los fondos, uso innecesario y repetitivo del gran angular, cortes de pantalla que intentan emular torpemente el aspecto de una viñeta de manga.


EL MAESTRO ODA AL RESCATE 

Me queda claro que la única razón por la que esta obra salió a flote es gracias a la intervención oportuna de Eiichiro Oda (Mangaka creador de One Piece) quien tuvo que venir hasta este lado del charco, darle un buen golpe en la nuca a los productores de esta aberración cinematográfica, tirar a la basura lo que se había hecho y escribir todo de cero bajo su supervisión. 

Él es quien merece el mérito de la mayoría de las cosas buenas de este Live Action. La profundidad de algunos personajes (superior al manga/anime), los guiños a futuros arcos y el conocimiento legítimo de cuales eventos se deben mantener, cuales se pueden contar al unisonó y cuales se pueden obviar sin afectar la estructura general de la obra; son en definitiva aspectos que nacieron de la pluma del maestro Oda.


PUDO SER MUCHO PEOR 

Si bien esta adaptación no es merecedora de ser enviada directamente al infierno junto a aberraciones como Dragon Ball Evolution o Saint Seiya: El Origen, tampoco me parece que sea una obra que rompa la famosa maldición de las adaptaciones de anime en occidente (Al menos no más de lo que ya había hecho Battle Angel Alita de Robert Rodríguez en 2019). 

¿Es mala? No ¿Es una obra que los fans disfrutaran? Si, como ya dije Oda se encargó de que el legado de One Piece permanezca impoluto ¿Si eres un espectador que no sabe nada de la franquicia hará que te intereses en ella? No, no veo nada de valor para el público general y sinceramente lo visto aquí difícilmente te convencerá de mirar más de mil episodios de una historia hasta el momento inconclusa. ¿Sera este el nuevo éxito que Netflix ha estado buscando? 


UN FUTURO INCIERTO 

Anunciaron una segunda temporada (Cosa que francamente no creí que lograrían) pero no estoy seguro de cuanto pueda mantener esta racha de popularidad. Ya no hablemos de que no da la vida para que los actores filmen todos los arcos que componen One Piece o que en la medida que avanza la historia los niveles de efectos especiales necesarios para hacer una adaptación decente serán imposibles de costear. Sencillamente no creo que esta obra pueda encontrar un público propio más allá de los que arrastra la franquicia en sí. 

¿Cuánto pueden durar los fanáticos deslumbrados por ver a sus personajes favoritos tomar forma en carne y hueso antes de que se vuelva algo cotidiano? ¿Cuánto tiempo puede Oda estar metiéndole correa a Netflix antes de que lo echen a perder? ¿Cuándo el Manga de One Piece llegue a su fin, quedara alguien interesado en ver adaptada dicha conclusión con actores reales? No le auguro un futuro fácil a esta serie.


UN BARCO QUE NO PLANEO ABORDAR 

Por lo que a mí respecta no tengo interés alguno en ver más de esta adaptación. A lo sumo estaré atento a los memes y las metidas de pata que sin duda Netflix cometerá por el camino en intentar adaptar las excentricidades de una obra que, en mi opinión, nunca debió abandonar las dos dimensiones.


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