#MiniYoru | Dragon Ball Super: Super Hero (2022)

Esta es la primera película de Dragon Ball realizada completamente en animación CGI y como era de esperarse esta situación levanto cierto revuelo. Lo cierto es que no es para menos, ya que cuando el anime utiliza esta técnica los resultados suelen ser irregulares. En la mayoría de los casos el producto final luce acartonado y sumamente artificial, dando la apariencia de cinemática de videojuego. No obstante, aunque al principio si sentía este efecto; con el tiempo mis ojos se acostumbraron y pude disfrutar el resto de la cinta sin problemas. 

Utilizar esta técnica durante la totalidad de la película da un mejor resultado que esa mescolanza de animación tradicional y CGI que habían propuesto entregas anteriores. Eso sí, hay que destacar el gran trabajo que se hizo con la escena introductoria. En esta, a través de una animación que recuerda al anime original, se nos cuentan la historia de Goku y la patrulla roja; desde su primer enfrentamiento hasta la aniquilación de esta última en la saga de Cell.

Respecto a la trama, siempre es bueno ver a otros personajes tomar el protagónico y que el jodido Goku de un paso al costado. Si Toei no fuera tan cobarde podríamos haberlo omitido totalmente de esta cinta; pues la subtrama de su entrenamiento junto a Broly y Vegeta en el planeta de Bills es completamente irrelevante. 

n general la cinta se siente como un “Back to the basics” enfocándose en enfrentar a un rival de gran poder en una trama sencilla. No obstante, esta presenta un planteamiento argumental que me hubiese gustado se explorase a mayor profundidad. Al principio de la cinta hay un resquicio de la visión que la gente común tiene de los Guerreros Z. A través de una conversación se nos deja entre ver que, después de todos los desastres que han provocado, hay personas que cuestionan las intenciones de estos supuestos guerreros del bien; al punto de plantear a la corporación Capsula como una organización malvada al servicio de Bulma. Lo cual, si lo pensamos con cuidado, tendría bastante sentido. Especialmente considerando la gran cantidad de “Enemigos” del planeta tierra que han terminado uniéndose a sus filas. 

Una idea interesante que desafortunadamente se desperdició y queda como un simple embuste de parte de los villanos. Y es una lástima, porque sería interesante atestiguar la lucha de un personaje que se ve a sí mismo como un héroe enfriándose a los guerreros z bajo dicho paradigma de villanos. Aun si al final todo resulte en ser derrotado por, digamos, Yamcha.

Respecto al final, la figura de Cell efectivamente resulta innecesaria y sólo está allí para cubrir la cuota de referencias y fanservice que cada una de estas cintas debe tener. En el proceso, convirtiendo a Super Hero en el “BioBroly” de las películas de Dragon Ball Super. Lo cierto es que, para fines de la trama, pudo presentarse cualquier otro monstruo u androide gigante y el desenlace habría sido el mismo. 

Como mexicano opinando de esta película, me veo obligado a abordar el tema del nuevo doblaje de Gohan. El cual en esta ocasión es interpretado por Luis Manuel Ávila en remplazo del fallecido Luis Alfonso Mendoza. El consenso general sobre dicho cambio es positivo y yo apruebo dicha postura. Si bien aún es necesario que el actor termine por acoplarse a este nuevo personaje; considero que hizo un buen primer trabajo, despejando así las dudas presentes en la mayoría de los fans. De hecho, en cuestión de doblaje, lo que si me pareció irregular fue la voz de Vegeta. Con sólo 3 líneas de diálogo no me extrañaría que Rene García solo se hubiese dado una vuelta rápida al estudio para grabarlas durante una tarde que tenía libre.

En conclusión, es una película divertida, aunque sin grandes aspiraciones. La recomendaría ampliamente a los fans de la franquicia y respecto al público general, bueno, nadie que no sea entusiasta de Dragon Ball va a verla de todos modos.