#MiniYoru | Cyberpunk: Edgerunners (2022)

Junto a Arcane, Cyberpunk Edgerunners se suma a la lista de series maravillosas cuyos juegos en los que se basan no debes de acercarte ni por error. 

Respecto al apartado técnico, el trabajo realizado por Trigger es impecable. El estudio ha refinado su estilo y nos deja muy en claro que cuando se les brindan las condiciones óptimas para trabajar son capaces de crear grandes obras. 

El estilo visual de Cyberpunk Edgerunners me recuerda en gran medida al anime de finales de los 80s; con su característica violencia visceral y tensión sexual. Es una muestra de cómo habría evolucionado el medio si en los 2000’s no se hubiese chocado con aquel bache llamado Moe. 

En mi caso, decidí ver esta serie con se doblaje al español latino. Normalmente me haría bastante ruido escuchar maldiciones tan localizadas, pero siendo esta historia protagonizada por un muchacho de Nombre David Martínez, creo que le quedan bastante bien.

Después de todo, más allá de la ambientación futurista, la historia que nos presenta esta serie resulta bastante empática para alguien de mi nacionalidad. Si quitas todo el neón y las modificaciones cibernéticas, Cyberpunk es básicamente una narcoserie. Lo cual, aunque no lo parezca, digo en el buen sentido. 

Me explico en breve: Obviando dichos elementos; tenemos como protagónico a David, un muchacho de clase baja cuya madre fallece en un tiroteo entre carteles. Hundido en la miseria decide unirse a un grupo delincuencial en el cual descubre que tiene una resistencia natural hacia las drogas ligeramente mayor al de la persona promedio y comienza a destacar sobre el resto de los miembros. 

No obstante, aquí es donde comienzan las diferencias temáticas y de enfoque de Cyberpunk con respecto a tu típica narcoserie. En estas últimas, la vida de los capos es retratada como una fantasía aspiracionista, en la cual aun si el protagonista es apresado o asesinado se le glorifica como un ser superior al resto. Por otro lado, aunque David se convierte en el líder indiscutible de su grupo bastante temprano en la serie, esto no se retrata como una victoria para él. 

David no consigue ser feliz y esto no ocurre consecuencia de un conflicto moral como seria en cualquier historia cursi del bien contra el mal. El sufrimiento que lo aqueja no emana de un remordimiento por sus actos ilegales, sino de sus propios traumas que le impiden poner rumbo a su vida o crear cualquier tipo de vínculo emocional con otras personas. 

A pesar de estar rodeado de gente que le ama y que hasta se podría considerar de su familia, no es capaz de dejarse ayudar y termina preso de la adicción al cromo. Derribando en el camino; la mentira que la serie había construido. David, a diferencia de tu típico protagonista de Shonnen, no es especial y el mundo se encarga de hacérselo saber. 

Cyberpunk no es una serie perfecta, siento que habría venido bien tomarse un poco más de tiempo para desarrollar el final; uno o dos episodios habrían bastado. En el último capítulo los eventos terminaron por condensarse en una extraña mescolanza de flashbacks y escenas de acción que alternan erráticamente en el tiempo, lo cual puede resultar confuso si no estas centrando toda tu atención en la serie.

No obstante, este es un detalle menor que en realidad no resta al genial desarrollo que tuvo la serie en su totalidad. Definitivamente, Cyberpunk Edgerruner se convertirá en una de las obras cumbre de Trigger y un parteaguas para una nueva etapa del estudio; una etapa de maduración en la que sea capaz de cuestionar sus propios tropos y abandonar su zona de confort.

Bajo la reserva de que es un contenido que incluye violencia gráfica, lenguaje altisonante y consumo de drogas. Es una obra que recomiendo ampliamente.