#MiniYoru | No miren arriba (2021)

Hoy en día es prácticamente imposible escribir sátira política, y no es como en otra época en que la censura del régimen en turno amenazaba la integridad de cualquiera que se atreviese contradecirlo. Sino que, por el contrario y salvo temas puntuales, existe tal libertad de expresión que toda denuncia cae en saco roto tras una incesante repetición de los mismos temas en el público mainstream.  

El principio de cualquier forma de comedia es la exageración; pará que un chiste funcione es necesario llevar el escenario planteado a un descenlace tan ridículo que cualquier persona que lo escuche reconozca en ello algo inesperado y ajeno a su realidad inmediata, una situación virtualmente imposible de suceder. Y es por esto que hacer burla de las estructuras de gobierno en occidente es ya absurdo, porque, literalmente, todo podría pasar. 

Aquí es donde entra “No miren arriba” y este escenario ficticio de un meteorito que se avecina directo a impactarse contra el planeta Tierra.

Me agrada que la trama de esta película, a diferencia otras del género de desastres, no se centre en la búsqueda de un método para desviar/destruir el meteorito (Se deja en claro desde el principio que es posible) sino que los problemas contra los que luchan nuestros protagonistas nacen de la indiferencia tanto de los políticos, como de los grandes empresarios y la sociedad en general, para prevenir un eventual desastre de proporciones apocalípticas. 

Dicho esto, hay que recordar que vivimos en un mundo post moderno, por lo que la sátira política sutil ha muerto. Y todos los mensajes que intenta transmitir la cinta, nos los grita a la cara. La presidenta es una sátira de Donald Trump, jaja, comedia. 

Además, para que este escenario funcione hay que suspender nuestra incredulidad en algunos momentos. Esta cinta busca romper los estereotipos del género, pero mantiene uno de los más rancios: sólo USA es capaz de salvar el mundo. Por favor, realmente esperan que crea que Rusia o China no habrían podido desviar el dichoso meteorito de haber querido, la vanidad gringa asomando su cabeza como siempre. 

Otro punto que, a mi parecer, se siente como relleno. Algo, puesto allí para cumplir con el tiempo mínimo de duración de una película, es la subtrama romántica/familiar de DiCaprio. La cual, ahora que lo pienso, también es un cliché de las cintas de desastres. 

El final redime un poco esta película, siendo a la vez satírico y emotivo. Desafortunadamente no es la primera cinta de desastres con un final agridulce, y eso nos lleva a la conclusión de la reseña. 

“No mires arriba” habría sido una cinta revolucionaria, hace 10 o 15 años. Pero hoy en día no nos dice nada nuevo. 

Le tengo cierto aprecio porque la idea de que un meteorito va a estrellarse contra la tierra pero los políticos son muy idiotas para hacer algo al respecto, ciertamente es algo que yo podría haber escrito. No obstante, considero que es un concepto que funcionaria mejor como un corto de 15 minutos que en en una película de dos horas.

¿Recomendaría esta película? Pues está en el grado de palomera, si no tienes nada mejor que ver y de todos modos estas pagando la suscripción de Netflix, podrías hecharle un vistazo.

Bueno; hasta aquí mi breve, no tan breve, opinión. ¡Hasta la próxima!

PD. DiCaprio hablamos de un jodido meteorito si la gente no te cree solo diles la hora y ubicación exacta donde deben mirar o hazles un dibujo: