#MiniYoru | Hazbin Hotel (2024)
UN MUSICAL SOBRE BLASFEMIAS, DROGAS Y SEXO ¡ME ENCANTA!
Para sorpresa de nadie esta serie me encanto. Y no podía ser de otra manera, pues estoy dentro de su público objetivo: Millenians que crecieron con los musicales de Disney y que atravesaron una faceta «edgy» durante algún punto su adolescencia. Esta serie presenta la misma estructura de dichas obras añadiendo como decorado groserías, referencias sexuales y consumo de drogas. En si la serie es bastante convencional exceptuando algunos capítulos.
ECOS DE UN INFIERNO REAL
Vale la pena destacar en particular el cuarto. El cual en mi opinión es el más interesante y debería marcar el rumbo de la obra si pretende venderse como una serie adulta contemporánea. Se aleja del chiste fácil y retrata un escenario más complejo y cercano a lo real. La relación de abuso que padece Angel Dust se construye de una manera tan cruda que hace eco en el infierno que viven las personas atrapadas en relaciones toxicas y sobre todo aquellos dentro de la industria del entretenimiento pornográfico.
El episodio ocho se cuece aparte, pues si bien deja algunos cabos sueltos para resolver en la siguiente temporada consigue cerrar la mayoría de las líneas argumentales planteadas y nos brinda una excelente batalla final.
MUCHO QUE CONTAR Y POCO TIEMPO
El problema es precisamente el ritmo acelerado de la serie. Vivienne Medrano (Creadora del proyecto) tiene mucho por contar y claramente ocho episodios no son suficientes. Con todo, consiguió arreglárselas para dar un producto más que satisfactorio.
Mención aparte merece el apartado musical, cuya calidad es más que destacable y nada tiene que envidiar a obras de grandes estudios e inclusive puestas en escenas de Broadway. Ya hable de mis canciones favoritas en una entrada anterior.
Una recomendación más que sobrada, pues si tienes menos de 35 años lo mas probable es que ya la hayas visto.
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