Editorial | Naruto y el final de una época.

Quienes siguen el manga de Naruto, ya habrán notado que este se acercaba a su arco final. Pero estas sospechas fueron confirmadas hace un par de semanas cuando la Weekly Shonnen Jump anuncio que la conclusión del susodicho manga se publicaría el día 10 de noviembre. Y si bien se especula que esto, junto con la película que se estrenaran el 06 de diciembre no son mas que la antesala para una nueva etapa de la franquicia. Es indudable que el Naruto que yo, y muchas personas conocimos y disfrutamos esta llegando a su fin.

Esta claro que la caída en las ventas del manga, y de la franquicia en general, a obligado a un renovación de la historia por parte de Kishimoto. Puesto que de otra manera el fracaso de Naruto, ante otros mangas de reciente popularidad seria inminente (Cof, cof, Bleach).

No hay duda de que los fans mas acerrimos del ninja de uniforme naranja seguirán a Naruto en esta nueva etapa. Pero yo personalmente no lo haré. Y si bien es cierto, que con el paso de los años me he alejado paulatinamente de la franquicia hasta el punto en que desconozco la trama actual de la misma. Considero este evento como el final de mi relación con la mencionada franquicia.

Si bien a primera vista pareciese que trato con desdén, inclusive con odio, todo lo relacionado con Naruto. La verdad es que formo una importante parte de mi durante muchos años. No se trata simplemente un Anime. Representa, al menos para mi persona, una época. Momentos que viví, gente que conocí, sentimientos que experimente.

Soy fan del anime desde que tengo uso de razón y he disfruta de este  medio de entretenimiento durante ya varios años. Sin embargo no fue hasta que conocí Naruto que me pude integrar verdaderamente al mundo del anime. Durante esta época, cercana a 2007, el anime aun no estaba tan difundido y por su puesto no era popular. La mayoría de la gente con esta afición decidía ocultarla. Las series que se tenían disponibles eran pocas y todas antiguas. Pero las cosas eran diferentes para Naruto. Si, alguna vez su fandom fue mas grande que cualquier otro o por lo menos así lo fue por varios años en México.

En tiempos en que One Piece era una serie infantil mas del canal 5, Bleach un compendio de 10 capítulos que se repetía eternamente por Animax y Los autores de SAO, SNK y Mirai Nikki buscaban una oportunidad para debutar, solo había una cosa segura. Que quien gustara del anime seguía Naruto, o minimamente lo conocía.

Aunque parezca increíble para los estándares a los que estamos acostumbrado hoy día, esta fue para muchos de nosotros la primera vez en que no tuvimos que esperar a que la televisión nos proveyera de algo actual. Gracias a los fansubs (palabra que para entonces ni si quiera habíamos acuñado) podíamos tener los capítulos de Naruto casi a la par que su transmisión en Japón. Claro por medio de DVD's ilegalmente, pero era nuestra elección hasta que punto continuar.

Gracias a esta serie es que pude conocer mas gente que disfrutara de los mismos gustos que yo. Compartimos las mismas excentricidades. Pecamos de todo aquello que tanto criticamos hoy en día. Creer que era la mejor serie de todos los tiempos, escribir fanfics con protagonistas Mary Sue/Gary Stu. Hacer "Fanart" que no era mas que calca del original y Cosplay improvisado. Encima de todo presumirlo orgullosamente. Linda época para hacerlo por cierto, "Los mayores", la gente mas metida en el medio o no les importaba lo que hacíamos o estaban felices que hubiera mas personas interesadas en el anime. Ya no queda mucho de eso hoy en día.

Con el paso de los años fui perdiendo relación con muchos de mis amigos de aquella época. Al igual que el anime de Naruto, cada uno de nosotros tomo su propio rumbo y se convirtió en algo distinto. Después de todo, es inevitable. 

Naruto permanecerá como un recuerdo vigente de lo que fui y una lección de humildad ante las nuevas generaciones. Que, en retrospectiva no son muy diferentes a nosotros. 

Por todo esto me despido humildemente. ¡Hasta siempre Naruto! Vivirás en mis recuerdos ligado a una epoca de la cual me alegra haber formado parte. ¡Dattebayo!